Gestionar una empresa dentro de la industria de la construcción es sumamente complejo, es necesario administrar a nuestros clientes, con sus presupuestos, cobros y cuentas por cobrar, pero también a nuestros proveedores, con las compras que les realizamos y los servicios que contratamos, evitando sobrepasar el presupuesto de obra, sin embargo, lo más complicado es ejecutar un proyecto de forma exitosa, donde gestionar el tiempo, la calidad, los materiales y las normativas, cumpliendo con el alcance y los requerimientos solicitados por el cliente, se vuelve bastante complicado. A continuación, te contamos algunas de las claves para poder lograr todo esto y entregarle al cliente bajo su entera satisfacción.
La clave de todo producto está en conocer al cliente, entender cuáles son sus necesidades, sus gustos y sus preferencias, pero en un proyecto de interiorismo esto debe de ir más allá ya que no solo debemos conocer al cliente a la perfección, sino que debemos entender su visión, sus expectativas y el espacio con el que vamos a trabajar. Para lograr esto, es indispensable tener una comunicación asertiva, dialogar con calma y entendimiento, platicar cada uno de los detalles y no dejar absolutamente nada al aire, sin definir, ya que estos son los puntos que más adelante pueden terminar causando malentendidos.
Según un estudio realizado por el PMI (Project ManagementInstitute), el éxito de un proyecto aumenta considerablemente si hacemos las preguntas correctas, en el momento adecuado. Recuerda siempre preguntar a tu cliente, definir en conjunto el alcance, los objetivos y el entorno antes de iniciar, proponer ideas y presentarlas para recibir su retroalimentación y finalmente hacer los ajustes correspondientes, para luego volver a presentar una propuesta final.
El diseño es sumamente importante, pero los espacios son para utilizarlos, muchas veces los arquitectos nos guiamos por espacios que sean atractivos, con espectaculares acabados de la más alta calidad, pero con muebles sumamente frágiles o espacios que son muy complicados de utilizar en un entorno cotidiano.
El diseño nos debe de facilitar que los espacios sean lo más cómodos y funcionales posibles. Si los espacios no son funcionales, es muy complicado que el cliente quede satisfecho en el largo plazo.
En gustos se rompen géneros y en un proyecto de interiorismo, los acabados y los diseños se vuelven fundamentales para la satisfacción del cliente. Si tenemos un acabado y una calidad en mente, debemos asegurarnos que nuestros proveedores nos entreguen exactamente eso que tanto nosotros como los clientes esperan.
Así como no debemos de dejar nada sin definir con los clientes, tampoco debemos hacerlo con los proveedores ya que es muy probable que ellos tengan expectativas diferentes a las nuestras y a las de nuestro cliente.
Una buena planeación es indispensable para ejecutar un proyecto exitosamente. Para planear en un proyecto de interiorismo es necesario crear un anteproyecto, seguido de un proyecto ejecutivo. Uno de los principales retos de un proyecto ejecutivo es tener todo cuantificado correctamente, para lo cuál vamos a necesitar a un ingeniero en costos, experto y con la experiencia suficiente para poder definir todos los insumos necesarios y cuantificarlos.
Cuantificar no solamente se trata de medir los materiales que requerimos para el proyecto. Se dice que no se puede mejorar lo que no se mide, por lo que definir KPIs o indicadores de éxito es fundamental para entender el avance en los proyectos y calificar si logramos ejecutar como lo esperábamos.