La industria de la construcción se encuentra en constante evolución, así ha sido desde sus inicios, sin embargo, con la revolución tecnológica, esta evolución se ha convertido en una verdadera transformación, donde los sistemas y aplicaciones basadas en tecnología se han vuelto indispensables en todo proyecto, sea para el cálculo de costos, renderizado, diseño, dibujo, entre muchas otras cosas. Toda esta transformación, ha impulsado la creación de nuevas metodologías, una de ellas es la metodología BIM (Building Information Modeling), una de las más importantes los últimos años.
Entender la metodología BIM es muy sencillo, básicamente lo que se busca es modelar un proyecto considerando todas las variables que existen en la vida real. Cuando modelamos un proyecto en CAD, estamos diseñando en 2D o en 3D. Estos modelos pueden llegar a ser bastante complejos y muchas veces involucran procesos de ingeniería de costos, sin embargo, BIM lleva esto a un siguiente nivel, considerando el tiempo y los costos como cuarta y quinta dimensión en el proyecto.
Para que un proyecto de construcción sea exitoso, es necesario considerar cientos de elementos y normalmente, varias de las áreas de la empresa se ven involucradas en esto. BIM busca que exista un intercambio fluído de toda la información relacionada a un proyecto de tal forma que las diferentes áreas de la empresa trabajen de forma colaborativa para lograr el éxito del mismo.
Para lograr esto, es necesario modelar el proyecto, tal como lo haríamos en un software CAD, pero con la diferencia de que por medio de BIM, podemos integrar todos los aspectos del proyecto en un mismo lugar, sin importar si el agente que interviene en esto es un arquitecto, ingeniero, constructor o cualquier otra persona involucrada. BIM logra centralizar toda la información de un proyecto en un único modelo, permitiendo estudiar todo su ciclo de vida, desde el diseño hasta su posterior demolición.
El proceso para ejecutar un proyecto por medio de BIM, es el siguiente:
En la primera etapa lo primero que tenemos que hacer es un plan, lo más detallado posible del proyecto. En esta planeación se inicia realizando un diseño conceptual con todos los requerimientos del proyecto e integrando los diversos estudios requeridos para su ejecución. Este diseño conceptual marcará la pauta para empezar a coordinar el diseño detallado y el modelado del proyecto.
En el diseño detallado se deben de considerar a las distintas áreas responsables de la ejecución para culminar con toda la documentación necesaria para empezar con la etapa 2.
Durante esta fase, se empiezan a fabricar los diversos componentes requeridos en base a las especificaciones definidas en la etapa 1. Los datos logísticos de construcción del proyecto se comparten con los proveedores y contratistas para garantizar eficiencia y tiempos de entrega.
Los datos de BIM quedan documentados y deben de comunicarse a operaciones de la obra. Esto permitirá que toda la documentación pueda ser utilizada más adelante en renovaciones y mantenimiento de la obra.
BIM no solo permite que los equipos de diseño y construcción trabajen de manera más eficiente, sino que les permite gestionar todos los datos que crean durante el proceso para mejorar las operaciones y las actividades de mantenimiento. Esta es la razón por la que no solo es una metodología que cada día es más utilizada, sino que incluso en algunos países, se exige el uso de BIM.
BIM está revolucionando la forma en que se ejecutan proyectos gracias a que impulsa el trabajo colaborativo, la eficiencia y la integración de flujos de trabajo que aseguren la entrega de un proyecto exitoso.